BIOGRAFIA DE CLEMENTE PALMA

BIOGRAFIA DE CLEMENTE PALMA

Escritor peruano, nacido en Lima el 3 de diciembre de 1872 y muerto en la misma ciudad el 13 de agosto de 1946. Fue hijo natural del escritor Ricardo Palma y de Clementina Ramírez, de nacionalidad ecuatoriana.

En 1892 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtuvo los grados de bachiller y doctor en Letras (1897) y bachiller en Jurisprudencia (1899).

En la Facultad de Letras de San Marcos fue catedrático interino de Estética e Historia del Arte (1906) y de Literatura Americana y del Perú (1926)

En 1904 regresó a Perú, volviendo a desempeñar el cargo de conservador de la Biblioteca Nacional hasta que en febrero de 1912 su nombramiento fue cancelado por el Ministerio de Instrucción, como represalia por los ataques al gobierno que efectuaba desde la revista Variedades.

En 1919 fue elegido diputado por Lima, cargo que ocupó hasta 1930, habiendo sido reelegido dos veces. En el parlamento fue primero opositor y luego partidario del gobierno de Augusto B. Leguía, y cuando este era gobernante, fue depuesto.

La labor de Clemente Palma se desarrolló principalmente en el campo periodístico. En 1892 comenzó a colaborar en el diario El Comercio, donde tuvo a su cargo la columna "Excursión literaria", dedicada a comentar la literatura de la época.
Su libro mas celebre “Cuentos Malevolos” de 1904. Lo muestra como un gran conocedor de la tradición occidental de la narración corta.

Y esta veta es la que otorga distinción y donosura a su prosa verdaderamente original. Ese libro “Cuentos Malevolos” se reedito en PARÍS en 1912 con un prólogo de Miguel De Unamuno.

Infelizmente, durante décadas, el único conocimiento que de Clemente Palma han tenido numerosos lectores de promociones diferentes a la suya, es la página mordaz que dedico a Cesar Vallejo en la revista variedades cuando el vate peruano la alcanzo uno de sus poemas de los Heraldos Negros.

Palma, como lo hizo Valdelomar, dio mucha importancia a la política, pero no para participar directamente de ella, aunque fue aunque fue convencido por el presidente Leguia para ser diputado, y fue leal con el mandatario a pesar de una diferencia anterior, sino para retirarla con mordaz ironía y sarcasmo.

Sus cronicas, publicadas con el seudónimo de corales eran esperadas semana a semana pues juntaban con rara habilidad lo pintoresco local con lo fantástico, como si su imaginación prodigiosa se hubiera salido de los marcos del cuento para pasearse para posesionarse de su prosa periodística. Clemente Palma penetra con estilete afilado en la vanidad de la sociedad limeña, zahiere el arribismo, las costumbres llamadas de medio pelo.

Poético en sus mocedades, como dice Luis Alberto Sanchez, fue diabólico después, erudito mas tarde. Es nuestro primer escritor fantástico y la veta que inauguro ha llegado hasta nuestros días merced a escritores posteriores como Julio Ramón Riveyro o Luis León Herrera.

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